Este 1ro de Noviembre, a la par que empiezan las jornadas de trabajo en COP26, en Glasgow, Escocia, Reino Unido, arriba una fuerte delegación de la AMPB. Venimos con propuestas claras y buenas prácticas desde los pueblos indígenas y comunidades locales de los bosques mesoamericanos en la lucha contra el cambio climático.
Desde la AMPB hemos visibilizado a nivel internacional nuestra lucha por la defensa de los derechos territoriales, nuestros esfuerzos contra el cambio climático y la conservación de la biodiversidad, hemos hecho un llamado de atención hacia una región que ofrece soluciones a problemáticas globales a través de la defensa e implementación de derechos territoriales, y hemos acompañado a nuestras organizaciones miembro en el desarrollo de estrategias para la incidencia a nivel nacional. También hemos tenido éxito en la construcción de capacidades y la promoción del intercambio de conocimientos locales. En particular, la evolución de la Escuela Mesoamericana de Liderazgo, que organiza y lleva a cabo capacitaciones para jóvenes, mujeres y líderes emergentes en todos los territorios de la AMPB y, más ampliamente, representa un paso significativo hacia asegurar un liderazgo más inclusivo de las organizaciones forestales en los años venideros. A través de la Coordinadora de Mujeres Líderes Territoriales de Mesoamérica, fortalecemos la incidencia de lideresas de la región y sus soluciones para la resiliencia climática.
Hemos trabajado con socios regionales claves, como el Fondo Territorial Mesoamericano (FTM), un mecanismo de financiamiento que canaliza financiamiento climático directo hacia organizaciones forestales comunitarias e indígenas. En noviembre de 2020, hemos lanzado un programa piloto para el FTM, a través del cual puede trabajar con sus miembros para probar el concepto y asegurar que cada grupo tiene el apoyo administrativo que necesita para usar estos fondos de forma efectiva y sustentable.
Contaremos con la participación de una delegación de liderazgos territoriales que a través de diversas vocerías, llevarán nuestros mensajes y nuestros más exitosos casos de estudio y desarrollo a los ojos del mundo. Acá se los presentamos:
Levi Sucre, indígena del pueblo Bribri de Costa Rica. Actualmente dirige el manejo técnico y organizacional de la Red Indígena Bribri-Cabécar (RIBCA), un grupo de ocho territorios indígenas de Costa Rica. Es un agricultor y especialista en organizaciones y culturas indígenas y ambiente en Centroamérica. Viene del territorio indígena Talamanca Cabécar en Costa Rica y tiene más de 20 años de experiencia en desarrollo rural y organización comunitaria, y 15 años de experiencia en diseño, implementación y evaluación de proyectos en territorios indígenas y comunidades locales. Levi es Coordinador de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques.
Gustavo Sánchez, Presidente de la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red MOCAF) organización conformada por organizaciones locales y regionales que poseen, manejan y aprovechan terrenos forestales. Cuenta con estudios en Economía Agrícola y más de 20 años de experiencia en organización campesina e indígena, así como en diseño e incidencia en políticas públicas para el sector rural y forestal. Se ha desempeñado como miembro de la Comisión Ejecutiva de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques.
Sara Omi, indígena del Pueblo Emberá de Panamá. Es abogada y se ha especializado en temas de derechos indígenas. Asesora y miembro de la Asociación de Mujeres Artesanas Embera-AMARIE. Fue presidenta del Congreso Alto Bayano de Panamá y preside la Coordinadora de Mujeres Líderes Territoriales de Mesoamérica, una plataforma de diálogo político entre mujeres de las bases territoriales de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques.
Nansedalia Ramírez es una joven de 23 años de Técpan de Galeana en el Estado de Guerrero de México, que inició su labor en el Ejido Cordón Grande, como promotora forestal comunitaria, fomentando la participación de jóvenes y mujeres en temas de manejo forestal comunitario.
Heylin Sánchez, indígena de pueblos Bribri, territorio Talamanca Cabécar. Desde 2019, participa en el proyecto de paneles solares con la organización Love for Life y el gobierno local, realizando instalación de paneles e impartiendo talleres sobre equidad de género. También forma parte de la Comisión de Mujeres Lideresas de la Red Indígena Bribri-Cabécar (RIBCA). Actualmente, Heylin es la Coordinadora del Programa de Empoderamiento de la Mujer del programa solar.
Manuel Martínez, comunitario forestal miembro de la Asociación de Comunidades Forestales de Petén (ACOFOP) en la Reserva de la Biosfera Maya de Guatemala. Tiene 37 años de edad, nació en México a consecuencia del conflicto armado interno del país, su comunidad fue masacrada por el ejército del país. Después de retornar a Guatemala, se dedicó a participar en procesos de formación desde el año 1998. Se ha desempeñado como técnico forestal comunitario, guía de turismo comunitario, preparador de alimentos y bebidas populares, técnico en agricultura orgánica entre otras. Actualmente es facilitador de la Escuela Mesoamericana de Liderazgo de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques.
Sergio Guzmán es de Guatemala, tiene una maestría en manejo de bosques en los trópicos y sub-trópicos, diplomado en técnicas y estrategias de conservación de la naturaleza. 15 años de experiencia en temas manejo forestal comunitarios y proyectos de mitigación al cambio climático en la Reserva de la Biosfera Maya.
¿Cuál es la agenda que nos trae a Glasgow en esta COP?
Los pueblos indígenas y las comunidades locales (IPLC) están actuando en la primera línea de la crisis climática; sus territorios albergan el 24% del carbono mundial y son muy vulnerables a los efectos del cambio climático.
Sólo una parte pequeña del financiamiento climático comprometido hasta la fecha, apoya directamente a los pueblos indígenas y las comunidades locales; se necesitan nuevos mecanismos para conectar de forma más significativa con los titulares de derechos locales. Dichos mecanismos deben representar mejor las realidades locales y conectar con ellas, mediante una menor intermediación, una mayor control y responsabilidad local, y una inversión más directa en la gobernanza comunitaria, la gestión de los recursos y en las empresas comunitarias