La Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB), junto con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) y su Comité Técnico de Bosques y Paisajes Sostenibles, celebraron el Diálogo Regional: agenda forestal comunitaria en Mesoamérica, oportunidades y desafíos, con el fin de consolidar el ejercicio de la gobernanza forestal en la región y así encontrar nuevas formas de enfrentar los atenuantes de la deforestación y fortalecer la capacidad de resiliencia de los pueblos indígenas tras las repercusiones de la pandemia.
El diálogo se llevó a cabo este viernes 26 de noviembre en San Salvador, El Salvador y permitió el intercambio de conocimientos sobre el avance de las políticas forestales nacionales y el desarrollo de la Forestería Comunitaria en la región Mesoamericana. Además, los participantes tuvieron la oportunidad de destacar el rol y la contribución de las organizaciones de pueblos indígenas y comunidades forestales, para lograr un balance entre la conservación y el desarrollo forestal comunitario, permitiendo armonizar la visión de los diferentes actores forestales.
En el evento se discutieron temas como: derechos territoriales de los bosques comunitarios en Mesoamérica; políticas públicas estratégicas para fortalecer los procesos de gobernanza y Forestería Comunitaria en el nuevo contexto post COVID en territorios indígenas; objetivos de mediano plazo alineados a las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para la conservación y uso sostenible de bosques tropicales de la región Mesoamericana; la resiliencia de los pueblos indígenas y sus bosques frente a los efectos del Cambio Climático y sobre efectos post pandemia COVID y variantes.
En el marco del diálogo, se acordó generar un comité de trabajo conjunto AMPB – CCAD para liderar la agenda sobre bosques y paisajes sostenibles y establecer líneas de trabajo conjunto, con miras a la organización del Quinto Congreso de Forestería Comunitaria de Mesoamérica.
La actividad contó con presentaciones de por Levi Sucre, coordinador de la AMPB, Deborah Sánchez, coordinadora de Bosque, Clima y Biodiversidad de AMPB, Mario Escobedo, de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (SE- CCAD), Andrew Davis, Investigador de Fundación PRISMA, Jeremy Radachowsky de Wildlife Conservation Society (WCS) y Marvin Centeno, consultor de AMPB.
Además, este diálogo contó con la participación de los representantes de:
· Red Mexicana de organizaciones Campesinas Forestales (Red MOCAF)
· Asociación de Comunidades Forestales del Petén (ACOFOP),
· Alianza Nacional de Organizaciones Forestales de Guatemala (ANOFOG),
· Federación de Productores Agroforestales de Honduras (FEPROAH),
· Congreso General Emberá Wounan (CGEW),
· Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (SE- CCAD),
· Representantes del Comité de Bosques de la CCAD,
· Fundación PRISMA, ICCO Cooperación, Wildlife Conservation Society (WCS),
· Carlos Blandon de la Fundación Indígena FSC
· Evelia Martínez Punto Focal EUROCLIMA+
· Jan Bock, Director Fondo de Desarrollo Verde/ REDD+ Landscape de GIZ
· Erick Kristensen, agregado de cooperación de la Unión Europea
Este tipo de encuentros permite que, a través del diálogo, los derechos territoriales y la gobernanza forestal contribuyan a mejorar las condiciones de defensa de la propiedad de las tierras forestales, fomentando el respeto, acceso y uso de los recursos naturales, además de promover el involucramiento y apoyo institucional.
Situación actual
A pesar de la significativa contribución de los pueblos indígenas y comunidades forestales, su influencia directa en el equilibrio climático, protección de la biodiversidad, producción de agua y la seguridad alimentaria, desde el punto de vista ambiental y económico en la región, son grupos que cada día están enfrentando y conteniendo grandes presiones territoriales como los eventos climáticos extremos, la colonización del narcotráfico y el crimen organizado y más recientemente la incidencia de la pandemia.
Las condiciones de vida de los grupos indígenas o personas más vulnerables del campo podrían verse seriamente amenazadas por los efectos del cambio climático, al ser altamente dependientes de los recursos naturales como medios de subsistencia e identidad cultural. Es por esto que, tanto para los gobiernos como también para las estrategias regionales e internacionales resulta altamente estratégico fortalecer los sistemas de gobernanza territorial de las comunidades con el propósito de mejorar la capacidad de resiliencia y adaptación climática, control territorial para contener grupos ilícitos y robustecer los sistemas productivos locales para la seguridad alimentaria y la generación de ingresos económicos.