Un llamado urgente a la acción hizo la Alianza Global de Comunidades Territoriales (AGCT) a las y los mandatarios del mundo durante la Cumbre de Líderes sobre Bosques y Clima en la COP27, que se celebra en Sharm El Sheikh, Egipto.
“Lo más importante que teníamos era el tiempo, y ya lo perdimos. Por eso, hoy vengo a decirles ¡basta ya! de acuerdos, declaraciones y compromisos, que se quedan en la nube de los eventos globales como la COP y no aterrizan en los territorios, donde realmente se hace el cambio”, afirmó Levi Sucre, Coordinador de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB) y Co-presidente de la AGCT.
La Cumbre de Líderes sobre los Bosques y el Clima tiene lugar en el marco de la Cumbre Mundial de Líderes y reúne a gobiernos ambiciosos, empresas, actores financieros y líderes no estatales para aumentar la ambición sobre los bosques y el uso de la tierra. El evento aborda cuatro temas: cumplimiento de los compromisos de Glasgow; restauración en África; transformación del sistema financiero; y acelerar la financiación de los bosques.
“Hoy venimos a decirles que mientras en las COP se reunieron para advertirnos que el clima iba a cambiar, el clima ya cambió. Y quienes vemos los impactos de ese cambio climático, somos nosotros. Los que sufrimos los impactos, también hemos planteado soluciones y esas soluciones han sido respaldadas por la ciencia” – Levi Sucre
La AGCT exige acciones concretas que protejan los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales como única vía para proteger con urgencia los ecosistemas tal como se necesita con el objetivo de combatir el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la aparición de futuras pandemias.
Para hacerlo, la Alianza propone abrir vías de diálogo y colaboración con gobiernos, organismos multilaterales y donantes.
“Hoy quiero llamarlos a que trabajen con nosotros: las comunidades que más contribuimos a la lucha contra el cambio climático, las que más recibimos sus impactos directos y las que menos financiación climática recibimos.Sin nosotros, no hay futuro”- Levi Sucre
Llamado de la ciencia
A pesar de que cada vez se reconoce más el papel de las comunidades indígenas y locales como guardianes de la naturaleza, las legislaciones nacionales pertinentes son débiles o inexistentes, lo que les expone a peligros que no cesan. Mientras los gobiernos negocian en la COP de Sharm el Sheikh, se calcula que 14 defensores indígenas serán asesinados por proteger a la Madre Tierra.
Por si fuera poco, algunas de las soluciones que los países están poniendo sobre la mesa también amenazan con perjudicar a los bosques llenos de biodiversidad que estas comunidades protegen en todo el mundo. Un nuevo estudio por el Melbourne Climate Futures de la Universidad de Melbourne calcula que los países necesitan, entre todos, un total de 1200 millones de hectáreas de tierra para cumplir las promesas plasmadas en sus planes climáticos oficiales. Esa peligrosa dependencia en métodos basados en la tierra para capturar carbono engulliría gran parte de nuestras tierras ancestrales, las mismas que necesitamos desesperadamente para la producción de alimentos y la protección de la naturaleza. Sencillamente, no es viable plantar árboles para escapar de la catástrofe climática, no hay suficiente tierra. En su lugar, es necesario proteger y restaurar los bosques existentes, y eso solo se puede hacer con los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Un conjunto abrumador de pruebas demuestra que los ecosistemas prosperan y la naturaleza está en equilibrio cuando los pueblos indígenas y las comunidades locales tienen una tenencia segura de sus tierras tradicionales. Los científicos que advirtieron al mundo en el 2019 que un millón de especies están en riesgo de extinción ahora dicen que el uso sostenible de las especies silvestres requiere del fortalecimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas y el aprovechamiento de nuestra sabiduría.
A pesar de los enormes esfuerzos de los aliados de la causa de los pueblos indígenas y las comunidades locales, son pocos los fondos que en efecto llegan a nuestras comunidades: menos del 1 % de todos los fondos destinados a proteger el medioambiente. Los sistemas burocráticos de larga data y las creencias sobre nuestras capacidades nos impiden acceder a los fondos climáticos que somos capaces de administrar en beneficio de todos. Somos los guardianes del futuro de la humanidad y necesitamos todo el apoyo que esté disponible para mantener viva la esperanza del mañana.
En palabras del IPCC, clasificadas como de “muy alta confianza” en un informe de 2022 y citadas en el nuevo estudio global publicado hoy: “El apoyo a la autodeterminación indígena, el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y el apoyo a la adaptación basada en el conocimiento indígena son fundamentales para reducir los riesgos del cambio climático y lograr una adaptación eficaz (confianza muy alta)”.
En todos estos campos de la investigación científica, se mencionan las contribuciones de los pueblos indígenas y las comunidades locales, los conocimientos tradicionales y el reconocimiento de derechos territoriales. Por eso la AGCT pide a los políticos, financiadores, responsables de la toma de decisiones, periodistas y asesores que escuchen a la ciencia. Hay abundantes pruebas y estudios que demuestran que trabajar con los pueblos indígenas y las comunidades locales es el único camino para mantener viva la esperanza del mañana de la humanidad.
Sobre la Alianza Global de Comunidades Territoriales
La Alianza Global de Comunidades Territoriales es una plataforma política de pueblos indígenas y comunidades locales unidas para defender la Madre Tierra en beneficio presente y futuro de toda la humanidad. Garantiza su legitimidad y representatividad gracias a los procesos democráticos, que van desde el nivel comunitario hasta el plurinacional.
La alianza representa a 35 millones de personas que viven en territorios forestales de 24 países de Asia, África y América Latina, defensores de más de 958 millones de hectáreas de tierra.
Las cinco organizaciones que la conforman son la Alianza Indonesia de Pueblos Indígenas del Archipiélago (AMAN); la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB); la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB); la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA); y la Red de Pueblos Indígenas y Locales para la Gestión Sostenible de los Ecosistemas Forestales de África Central (REPALEAC).