El pasado domingo 26 de febrero hubo otro suceso de criminalización a defensores del bosque y de la tierra, esto fue el caso de Eduardo Mendúa —líder indígena de la nacionalidad Ai’Cofan y director de Relaciones Internacionales de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE)— el cual fue asesinado en la comunidad de Dureno de la Amazonía Ecuatoriana.
Mendúa era reconocido por su lucha y defensa de la Amazonía ante las amenazas de destrucción medioambiental de su territorio y había participado en acciones de resistencia ante la profundización de la actividad petrolera de la zona (parte de la única selva tropical intacta que queda en la región). El líder era integrante de un grupo que buscaba que la empresa petrolera estatal no expandiera sus operaciones debido a la contaminación que genera esta actividad extractivista en los territorios.
El dirigente amazónico destacó por ser defensor de los derechos humanos indígenas siendo una de sus principales exigencias el respeto a la autodeterminación de los pueblos y la realización de la consulta previa, libre e informada.
Tanto la CONAIE como la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENAIE) han exigido al gobierno de Ecuador que se realicen las investigaciones pertinentes para que el asesinato no quede impune.
Desde la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB) condenamos este cobarde asesinato, expresamos nuestra solidaridad y condolencias a la familia y comunidad de Eduardo Mendúa. Nos unimos a la demanda de la Conaie y Confenaie de que se investiguen a profundidad los hechos.
}Destacamos el compromiso de los defensores históricos de la tierra y demandamos que la justicia sea por fin una realidad y que los gobiernos y mecanismos de justicia internacional tomen acciones concretas y de fondo para frenar los procesos de extractivismo que amenazan la diversidad biológica y cultural del planeta.