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Representantes de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales de Mesoamérica crean encuentro regional para dialogar sobre cómo proteger sus derechos frente al auge del mercado de carbono.
El mercado de carbono está en auge. Una enorme cantidad de empresas internacionales han inundado los territorios Mesoamericanos en una carrera por asegurar la compra de bonos de carbono en nuestros bosques tropicales.
Esta situación ha generado incertidumbre y múltiples riesgos en la comercialización y transacción justa de estos bonos. El carbono está en los bosques gestionados por los Pueblos indígenas y de Comunidades Locales, pero el trámite depende de la contabilidad de los gobiernos de cada país o de proyecto transnacionales con muy poco conocimiento sobre las particularidades político-culturales de cada territorio y sobre cómo garantizar que se respeten los derechos de los y las guardianes de los bosques durante el proceso de planificación, consulta e implementación de los créditos.
¿Cómo funciona el mercado de carbono?
Los bosques tienen la capacidad de capturar los gases que hacen daño a la atmósfera emitidos por el uso de combustibles en vehículos y fábricas, entre otros. Se definió un modelo para medir en toneladas la cantidad de gases que captura una hectárea de bosque. A una tonelada capturada se le llama “crédito o bono de carbono”. A este crédito se le da un valor en dólares y esto es lo que compran las empresas mas contaminantes del planeta para “compensar su contaminación”.
Una hectárea de bosque en el trópico almacena entre 60 y 230 Toneladas. El precio por tonelada está entre $8 a $10 por año. Pocas hectáreas no son atractivas ni para el país que los vende ni para quién compra, por eso se negocian “jurisdicciones”, o sea grandes áreas de bosques. Luego los gobiernos, a través de la institución correspondiente, miden la cobertura boscosa desde imágenes de satélites para establecer cuánta área de bosque tienen y, por ende, cuántos créditos de carbono puede vender.
Llamamos la atención sobre dos asuntos sobre este punto:
- Cómo la selección de las zonas boscosas se hace con imágenes áreas, los pueblos indígenas o comunidades locales que habitan y cuidan de estos bosques pueden no ser informados mientras se está vendiendo el carbono de sus bosques.
- Este criterio no reconoce la importancia de conservar pequeñas reservas forestales ni toma en cuenta otros aportes vitales del bosque. Todos los biomas y zonas boscosas son de gran importancia tanto para conectar correctores biológicos, como por ser áreas de recarga hídrica (donde nacen las fuentes de agua dulce) y por su invaluable significado cultural, ya que pueden ser nichos sagrados, dónde se resguardan petroglifos, árboles medicinales y ciertas especies nativas.
Voces indígenas y comunitarias sobre el carbono
Este 8 y 9 de marzo se llevó a cabo un encuentro presencial entre pueblos indígenas y comunidades locales de organizaciones miembros de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB) titulado “Principios de mercados de carbono: escenarios de buenas y malas prácticas”, con el objetivo de reflexionar y construir una visión conjunta y consensuada sobre las iniciativas de mercado de carbono que actualmente existen en la región; analizando su alcance desde sus experiencias en los territorios.
Como resultado del proceso de intercambio y análisis los líderes y lideresas identificaron que algunas de las barreras para que los créditos de carbono sean realmente íntegros, son:
- Dificultad de acceso a la información en lenguas nativas o en español.
- Los estándares de certificación suelen ser instrumentos de verificación desvinculados de las realidades en los territorios.
- Los procesos de consulta no son adecuados.
- No hay mecanismos que aseguren el respeto efectivo de los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales.
La sensación general de las y los defensores presentes en el encuentro es que las iniciativas y empresas involucradas en mercados de carbono presionan a los pueblos que cuidan de los bosques a tomar decisiones apresuradas. Por ejemplo, después de una reunión virtual a la semana, pueden pedir toda la información sobre las hectáreas de bosque que quieren ofertar, dando por hecho el acuerdo. Incluso, en algunos países de la región, han pretendido que se firmen contratos de venta del carbono almacenado en sus bosques sin procesos de consulta reales y sin tener claridad en cuanto a la propiedad del carbono.
Esta falta de voluntad política de las iniciativas y empresas detrás de este mercado para profundizar y co-crear procesos de consulta previa, libre e informada desde un marco de reconocimiento de derechos y comunicación entre iguales; conlleva violencia y reproduce el pensamiento extractivista y colonial.
Alternativa
Desde la AMPB, se está trabajando un plan estratégico para abordar los mercados de carbono desde un enfoque de derechos y participación activa, con los siguientes ejes de acción:
1) Fortalecimiento de capacidades locales de negociación.
2) Planteamientos técnicos y legales.
3) Comunicación y consulta.
4) Gestión e incidencia política.
Así como dos ejes transversales: Financiamiento e Involucramiento de Mujeres y Juventud para generar herramientas y procedimientos que permitan que los mercados de carbono se desarrollen sobre la base de los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales.