La Relatora Especial visitó a varios líderes indígenas encarcelados en represalia por su defensa de los derechos a la tierra y por sus intentos de litigar contra los proyectos a gran escala en sus territorios.
La principal voz de la ONU dijo que hay un patrón de abuso en contra de los pueblos indígenas en todo el mundo. En el 2017 el 67% de los 312 defensores de derechos humanos asesinados estaban defendiendo sus tierras, el medio ambiente o los derechos indígenas.
En Guatemala existe una creciente cantidad de cargos criminales, según informes, contra líderes indígenas y miembros de las comunidades. Durante su estadía en Guatemala, la Relatora Especial conoció casos de líderes indígenas asesinados durante y pocos días después de su visita. Todos eran representantes de organizaciones de campesinos indígenas que abogaban por los derechos a la tierra y la participación política.
Vocera del Consejo de los Pueblos K’iche’ por la Defensa de la Vida, Madre Naturaleza, Tierra y Territorio, Aura Lolita Chavez Ixcaquic
El oponerse a la agroindustria es la principal causa de asesinato de defensores ambientales en el mundo. En el caso de Guatemala, los modelos impuestos están pensados desde Europa, Estados Unidos y China. Esto es porque los poderes corporativos tienen intereses de familias oligarcas nacionales e internacionales. Estos modelos chocan con el modelo y concepción de la vida de los territorios indígenas.
La vocera del Consejo de Pueblos K’iche’ por la Defensa de la Vida, Madre Naturaleza, Tierra y Territorio, Aura Lolita Chavez Ixcaquic, aseguró que la situación de impunidad y de vulneración de nuestros derechos es muy grave, porque no solo somos atacadas en el plano como defensoras. No tipifican los delitos como ataque, sino más bien como falta, y lo remiten a los juzgados de paz, en donde tenemos que dialogar y tenemos que ponernos de acuerdo o conciliar con los perpetradores.
Chavez Ixcaquic también denunció que además de encarceladas, las mujeres indígenas son abusadas sexualmente. Mencionó durante la entrevista que una de sus mayores preocupaciones es ser arrestada y trasladada a una cárcel lejos de su territorio, pues en su pueblo no existen.
El presidente de Guatemala ha sido públicamente hostil con las organizaciones de derechos humanos; los proyectos de ley en el Parlamento buscan restringir el trabajo de las organizaciones no gubernamentales. También los pueblos indígenas son estigmatizados por actores privados, por defender sus derechos, y etiquetándolos como “criminales”, “terroristas” y “antidesarrollo”.
