La Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMBP) posicionó el papel vital de las comunidades locales y pueblos indígenas de la región en el Simposio “Bosques, Paisajes: El aporte de comunidades y pueblos indígenas”, en el marco del Primer Congreso Regional de Bosques y Paisajes Sostenibles.
Este 6 de abril, en Ciudad Panamá, las comunidades y aliados pusieron en perspectiva el rol de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la gestión de los bosques, su cuido y su conservación.
En Mesoamérica, estas comunidades influyen en aproximadamente 50 millones de hectáreas de bosques remanentes, por lo tanto, la AMPB resaltó la importancia de promover el diálogo entre las autoridades forestales centroamericanas y las organizaciones locales que gestionan bosques, para de esa manera analizar los retos y desafíos en torno a la gestión sostenible de ellos mediante el reconocimiento de su integralidad como medios de vida.
Informes recientes no solo indican que los bosques mesoamericanos contienen el 47% de las reservas de carbono forestal de la región —alrededor del 8% de la biodiversidad mundial—, sino que también constituyen el sustento para más de 5 millones de personas, así que discutir los principales desafíos de la región en cuanto a la participación de estas comunidades en los mercados fue uno de los objetivos principales de la convención.
El Simposio también contó con una recopilación de experiencias exitosas en materia de concertación entre gobiernos y comunidades que sirvieron como evidencia de una región única en el mundo para avanzar en políticas, programas y proyectos en pro de la conservación de la biodiversidad, la protección de los bosques, el fortalecimiento los medios de vida de las comunidades, las economías locales y su utilización como una herramienta para enfrentar el cambio climático.
Puedes ver la transmisión del Simposio aquí.
Retos de la región
Actualmente, estos pueblos mesoamericanos sufren presiones externas que ponen en peligro el rol cardinal que juegan en la protección de las masas forestales.
En la región, la narcodeforestación es responsable de la pérdida de entre un 15% a un 30% de la cobertura boscosa en Guatemala, Honduras y Nicaragua, mientas que el asesinato de defensores ambientales ha alcanzado cifras alarmantes: entre estos tres países se registraron 31 muertes, según el informe de 2016 de Global Witness.
Los efectos del cambio climático también han tenido consecuencias directas sobre comunidades que dependen de los bienes colectivos, además de que actualmente existe un vacío de oportunidades para acceder a recursos financieros y programas de incentivos que tengan coherencia con las aspiraciones vitales de las comunidades y pueblos indígenas para generar alternativas económicas locales que sean viables.
Por otro lado, la pandemia fragilizó los sistemas productivos locales, lo que ha causado que la reactivación económica planteada desde los países de la región amenace con fuertes presiones sobre los recursos territoriales.
Dada esta coyuntura, el simposio tuvo lugar en un momento clave para transicionar y reorientar programas, planes y políticas con proyecciones al 2030, que consoliden y amplíen los logros alcanzados por los pueblos indígenas y comunidades locales en materia de derecho y gobernanza territorial.
La implementación de los acuerdos de parís en el 2020 y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, son dos referencias en el tiempo que indican la urgencia de hacer transformaciones. En particular, de cara a los compromisos climáticos internacionales, las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) de los países de la región mesoamericana incluyen como parte de sus metas para elevar la ambición climática la restauración y el manejo sostenible de los bosques. En ese sentido, el simposio quiso demostrar la importancia de que los aportes de las comunidades forestales y pueblos indígenas a esas actividades sean reconocidos y compensados de manera apropiada.
I Congreso Regional Bosques y Paisajes Sostenibles
El Primer Congreso Regional de Bosques y Paisajes Sostenibles, convocado conjuntamente por el Ministerio del Ambiente de Panamá, la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB) y otros aliados, es un espacio de intercambio que reunirá líderes de pueblos indígenas y comunidades forestales, funcionarios de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, centros de investigación y donantes de Centroamérica y República Dominicana, para discutir acerca de los principales desafíos y oportunidades de la región en la lucha contra el cambio climático, la gestión y el manejo sostenible de los bosques en los esfuerzos de conservación, la participación real de las comunidades garantizando sus derechos, el papel vital de la mujeres y los jóvenes como actores claves para la gobernanza forestal y los retos que nos plantea el contexto post COVID-19.
Estas actividades fueron desarrolladas con el apoyo técnico y financiero de la Unión Europea, el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear y Protección del Consumidor (BMUV), en el marco de la Iniciativa Internacional para el Clima (IKI) a través del Fondo de Desarrollo Verde para la Región SICA una iniciativa implementada por la Cooperación Alemana al Desarrollo, GIZ en coordinación con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD). También contamos con apoyo de la Alianza Global de Pueblos Indígenas por los Derechos y el Desarrollo (IPARD) de la Fundación Indígena FSC; Rights and Resources Initiative (RRI); Climate and Land Use Alliance (CLUA); la Fundación Ford; Forest and Farm Facility (FFF); Forest Trends; Fundación Prisma; y Rainforest Foundation US.
Programa del evento: